sábado, noviembre 10, 2007

Reflexión: Vivir siempre guiados por nuestros principios y valores

La vida da muchas vueltas y aparecen situaciones en las que se nos ofrecen posibilidades de traicionarnos a nosotros mismos y aprovechar ciertas oportunidades, y por otro lado la pereza de la dinámica social nos va susurrando al oído que lo que hagamos por determinadas causas en las que creemos no merece la pena, pero eso no es cierto. Déjame que te cuenta un breve historia:




La estrella de mar

Estando una vez de vacaciones, un día me levanté muy temprano, y decidí pasear un rato por la playa que a esas horas normalmente no solía haber nadie y se puede disfrutar mucho más.

Nada más llegar vi que esa noche había ocurrido algo sorprendente, pues por algún motivo que desconozco, la marea había arrastrado hasta la orilla miles de estrellas de mar que sembraban la arena de una punta a otra.

De inmediato sufrí pena porque era consciente de que morirían en pocas horas al fallarles su medio de vida, el agua, que al bajar la marea se había retirado.

A lo lejos vi una muchacha que hacía algo pero desde tantos metro no pude apreciar exactamente el qué, pero a medida que me fui acercando, me di cuenta que estaba cogiendo esas estrellas y lanzándolas con todas sus fuerzas de nuevo al mar.

Sorprendido me acerqué y le pregunté:

- Pero ¿por qué lo haces? ¿No entiendes que hay miles y no puedes salvar a todas? Tu intención es buena pero por mucho que te esfuerces no puedes hacer una gran diferencia.

Y su respuesta fue muy clara y contundente:

- Efectivamente, no podré salvar a todas, pero...

y cogiendo nuevamente una estrella de la arena, la miró y lanzándola con todas sus fuerzas al mar me dijo:

- ... a esta si le haré la diferencia y eso es suficiente.


Muchas veces abandonamos antes de empezar porque pensamos que nuestra labor no tiene importancia, que nuestro granito de arena no supondrá la diferencia, pero los valores que tenemos nos indican que debemos hacer algo en esa línea, y surge el conflicto interno.

Siempre hay que actuar guiándonos por esos principios, y hacer todo lo que esté en nuestras manos, que por poco que sea, siempre habrá supuesto una diferencia importante, pues aunque nadie se de cuenta ni perciba nuestro esfuerzo, nosotros siempre sabremos que hicimos todo lo que pudimos y por supuesto, alineados con nuestros valores y principios.

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