sábado, diciembre 08, 2007

Reflexiones: Sugestión Positiva.

Sugerir es proponer o aconsejar algo. En este caso hablamos de que esa sugerencia sea positiva. Normalmente vemos aquello en lo que previamente enfocamos; tras esto vemos aquello que tenemos prejuzgado. Es decir, vemos las cosas con cierta predisposición, pero también debemos añadir un factor, que es la sugestión y que afecta a la conducta de uno mismo y a la de los demás, cambiando por tanto los resultados.


Es el caso del llamado Efecto Pigmalión: si a alguien cercano a nosotros le decimos lo bien que lo está haciendo, motivando, dando mensajes positivos, ya sea cierto o falso, la sola información de que así sucede actúa como fuerte motivador para conseguir buenos resultados y encontrarse satisfecho.

La expectativa manifestada en torno a esa persona actúa de sugestión y predetermina nuestra propia conducta, predisponiéndonos a un éxito real.

Podemos trasladar esta sugestión en muchos ámbitos en nuestra vida cotidiana:

  • los padres a un hijo, para animarle a que siga intentando caminar cuando es pequeño.
  • un profesor a sus alumnos, a pesar de que el nivel que les exige es alto.
  • un líder a su equipo, aunque sabe que es un objetivo quizá por encima de las posibilidades.
  • un entrenador a su atleta, para que persevere y siga adelante.
  • ...
Lanzar estos mensajes positivos está al alcance de todos, sin excepción. Al generarlos, podemos obtener un entorno de resultados exitosos, una atmósfera positiva. Y a todo el mundo le alientan estos mensajes, a uno mismo también. Porque uno mismo también se puede autosugestionar de manera positiva y lograr ese objetivo, ese deseo que tanto anhelamos.

Estos mensajes son inputs emocionales positivos que se convierten en caricias, buenas caricias que todos, sin excepción, necesitamos.


Como dijo J. W. Goethe:

Trata a una persona tal y como es y seguirá siendo lo que es; trátala como puede y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser.


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